Después de recibir el mejor entrenamiento y las fortalezas personales de sus 6 especialistas y con nuestra compañía en este proceso, llegó la fecha de su partida al gran evento mundial. Así, Pablo viajó a Caracas el 12 de junio del 2003 y asistió al acto de abanderamiento organizado por la directiva de Olimpiadas Especiales y patrocinado por la Alcaldía de Baruta, partirian después hacia Dublín, Irlanda, junto al resto de la delegación Venezolana, su padre y tíos residentes en Caracas lo despidieron en el aeropuerto de Maiquetía. Era la primera vez que viajaba sin la compañía de nosotros sus padres. El viaje se dio una semana antes de la ceremonia de apertura del evento para cumplir y disfrutar de la programación preparada por el país anfitrión a los atletas héroes del mundo.
Una semana después, el 21 de junio viajamos nosotros junto a nuestro hijo menor Luis Ignacio y el entrenador oficial Amancio Gutiérrez, llegamos justo el día previsto para la apertura del magno acontecimiento mundial.
La inauguración de los juegos es imposible de olvidar. Fue una experiencia cumbre, de esas que suceden en nuestras vidas y que nos hacen romper con barreras y abrir de golpe la mente hacia las infinitas posibilidades que el deporte brinda a nuestros hijos, independientemente de la condición que le acompañe. Fue una fiesta de colores y musica, el mayor evento deportivo del mundo en el año 2003, celebrado en el estadio Croke Park, con una capacidad para albergar 80.000 espectadores sumados más de 7.000 atletas provenientes de 150 países que desfilaron por los espacios del estadio, junto a las delegaciones y padrinos del evento, personalidades del mundo artistico, politico y social. Recuerdo con particular afecto a Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, premio Nobel de la Paz y un luchador social, quien se dirigió a todos los presentes en el estadio y dijo:
“Las Olimpiadas Especiales dan testimonio contundente de la indestructibilidad del espíritu humano y de nuestra capacidad para superar dificultades y obstáculos. Ustedes, los atletas, son embajadores de la grandeza de la humanidad. Usted nos inspira a saber que todos los obstáculos para el logro humano y el progreso son superables. Sus logros nos recuerdan el potencial de grandeza que reside en cada uno de nosotros.”
Robert Kennedy, Senador de los Estados Unidos, Mohamed Ali, atleta olímpico, pacifista y máximo exponente del boxeo mundial, los actores Irlandeses Pierce Brosnan, famoso por su papel como James Bond y Colin Farrell, el político y también actor Arnold Schwarzenegger y su esposa (en el momento) Maria Shriver, la gimnasta rusa Nadia Comaneci y muchos otros acompañados de la fundadora de las Olimpiadas Especiales (en 1968) Eunice Kennedy Shriver quien a sus 82 años agradeció, en nombre de sí misma, en nombre de Irlanda y en nombre del mundo a cada uno de los atletas especiales. La música también acompañó esta fiesta, Bon Jovi (banda favorita de Pablo), The Corrs, y el también famoso Bono’s y su banda U2. Estos fueron los primeros juegos olímpicos especiales en los cuales la ceremonia de apertura y cierre fueron televisados en vivo a todo el mundo, así que tras el discurso de apertura la presidenta Mary McAleese, Eunice Kennedy y Nelson mandela se dio como inaugurado las olimpiadas especiales. Nosotros y el mundo atestiguamos una fiesta hermosa con lo mejor de la cultura local, en una cruzada de solidaridad y amor sin fronteras, en un país donde su ciudadanía se volcó a presenciar y a dar la bienvenida.
Al final del concierto recuerdo algo muy especial, por las normas de seguridad teníamos pocas posibilidades de entrar en contacto con Pablo, ese dia se cumplia una semana sin verlo y queríamos que supiera que estábamos cerca, así que no las ingeniamos para acercarnos a un miembro de la delegación venezolana y esperamos lo necesario hasta que se acercara con Pablo, fue un momento muy emotivo, cuando nos vio su cara se transformó y corrió hacia nosotros, saltamos varias filas de sillas para poder abrazarlo a través del cerco que separaba al público de los atletas y delegaciones, estábamos conmovidos y felices de compartir esta experiencia en su vida. Durante los siguientes días disfrutamos observarlo seguro de sí mismo y confiado, con una sonrisa de lejos nos trasmitia su alegría, de esta semana solo pudimos compartir un dia juntos, logramos pedir permiso y aprovechamos para consentirlo y fortalecerlo emocionalmente, también podíamos compartir por breves espacios después de cada competencia sus impresiones y experiencias.
Las competencias se llevaron a cabo en diferentes locaciones a lo largo de un país donde sus ciudadanos estaban totalmente sensibilizados, las competencias de natación se realizaron en el Centro de Deportes Acuáticos de Dublín, Pablo debía participar en tres pruebas, sentimos enterarnos que en la prueba de 50 metros espalda, en la cual tenía el mejor tiempo de los atletas, por un error del sistema no lo inscribieron, aun cuando nos molestamos y pasamos un reclamo sin lograr ningún cambio, Pablo afrontó sus otras pruebas con el mismo entusiasmo.
No hay palabras para describir nuestro orgullo y satisfacción cuando lo vimos competir con aplomo y seguridad que le caracterizan concentrado en la competencia y ganar dos medallas de plata en las dos competencias inscritas, verlo en el podio es algo que no puedo describir con palabras, recordarlo todavía me hace sentir emociones indescriptibles. Tenía 16 años y ya ostentaba la segunda posición en el mundo en estilo libre, en una entrevista a un reportero del periódico Gazette, Pablo dijo “yo le dije a mis padres voy a ganar, tenía un equipo que me brindó su confianza, su fe y su tiempo en un trabajo duro para lograr mi meta, estar en el segundo mejor nadador del mundo”, su padre sirvió de traductor.
Ser el segundo mejor nadador del mundo, de esta experiencia el Dr Greco, su médico deportivo nos comenta: “Que orgullo, me siento afortunado de haber puesto mis manos en alguien tan espectacular y uno de los mejores atletas que he atendido, que demostró su calidad en este evento mundial y en todos los que vinieron después, todo mi respeto hacia el”
Amancio Gutiérrez, su entrenador desde el 2002 y quien sigue siendo hoy su entrenador, nos dice “Hablar de Pablo siempre será una inspiración por lo que ha significado en mi vida y en el movimiento deportivo inclusivo de natación en el país. Cuando comencé su preparación para el evento nacional y luego para las Olimpiadas Especiales me encontré con un atleta integral y con la mejor persona, con virtudes y cualidades personales que cautivan a quien conoce su mundo interior, lleno de sentimientos nobles, honestidad a toda prueba, responsable y disciplinado persistente y positivo. Estas fueron las bases para continuar el entrenamiento y haber logrado llegar al podio de ganadores como uno de los mejores del mundo con sendas medallas de plata, eso no es cualquier cosa, llenó de orgullo al Zulia y hoy sigue siendo una referencia, es mi carta de presentación y quien me recuerda que los obstáculos solo se superan cuando tenemos conciencia de lo que queremos. No puedo dejar de mencionar que fue Pablo quien me ayudó a descubrir mi misión de vida, lo que mueve mi mundo y después de descubrirlo, sigo el día a día acompañando los sueños de niños y jóvenes atletas con diferentes capacidades a través de la Fundación Marialena siempre mirando lejos y sin claudicar.”
Guille Baptista entrenador físico de Pablo por más de 11 años nos refiere: “Mis inicios con Pablito fueron a finales del año 2001, al ser contactado por su padre a raíz de una entrevista que hiciera el diario Panorama a la atleta olímpica Virginia Ruiz (Participó en los Juegos Olímpicos Sidney 2000 en la disciplina de nado sincronizado) a quien yo entrenaba. Asumí el compromiso de ser su entrenador personal ante los retos que tenía como atleta. Nuestra relación fue fluyendo de manera natural, para mi sorpresa, y aprendí a quererlo como un hijo. La primera semana fue de acondicionamiento del cuerpo, para conocer las valencias y descubrir cuánto y cómo lo iba a entrenar, en las sesiones sucesivas yo le explicaba el trabajo y el era como una esponja, recordaba día por día las rutinas que a muchos de mis clientes les costaba memorizar.
Pablito siempre estaba pilas, atento, obedecía las instrucciones, siempre puntual y con una actitud positiva y constante. En esa dinámica le enseñe a caminar y trotar en la máquina para caminar a banda, era impresionante su capacidad para adaptarse a nuevos ejercicios y nunca manifestar cansancio o quejarse. Así poco a poco lo fui incorporando a mis clases de taebox con un grupo que lo acogió con cariño y respeto por su desempeño y su manera de ser. De la relación y experiencia con Pablito me queda la satisfacción de haberlo acompañado durante 11 años y en lo mejor de su carrera como nadador y haberle sembrado el amor y cuidado del cuerpo, que es en definitiva cuidar la salud y la vida.
Por eso para mi siempre será “Pablito el mejor del mundo”, sin olvidar el respeto que me unen a su familia y a pesar de estar yo viviendo en otro país seguimos enlazados por la amistad y el amor de los años compartidos”
De estos relatos y de la increíble vivencia en estos juegos Olímpicos sólo nos queda agradecer infinitamente, con lo mejor de nuestro sentir como familia, a todas estar personas por acompañar a Pablo en ese transitar y por su participación en la construcción de una vida con propósito.