CAPITULO 41. Admirando a Luis Ignacio.

Como padres tuvimos el gran regalo de ver crecer a un par de niños que entrecruzaron sus almas, de tal forma que, cada uno es referente del otro en su hacer cotidiano. Así como Pablo nos ha llenado de orgullo, Luis Ignacio nos ha dado motivos para enaltecernos como padres a través de su extraordinaria personalidad, su calidad humana, su empatía, su curiosidad por la cultura, como también la manera como se ha vinculado con proyectos que elevan un mensaje esperanzador.

Al finalizar la secundaria, cuando trató de definir su vocación Luis Ignacio no vaciló, después de pasar por el asesoramiento vocacional y ratificar su inclinación hacia la arquitectura, para el año 2006, inició sus estudios en la Facultad de Arquitectura en La Universidad Del Zulia (LUZ). En ese campo de sueños se vinculó, desde sus comienzos con el grupo MGL + PR, integrado por destacados docentes de la mano del Prof Francisco Mustieles, un maestro de la arquitectura, quien abría sus mentes jóvenes a vivencias que los ligaba con el hacer de la profesión en conexión con otras escuelas dentro y fuera del país, con ellos visitó la escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Nacional de Bogotá en Colombia y la Universidad Autónoma de México (DF) en intercambios con fines educativos y la visita a obras arquitectónicas relevantes de esas ciudades. En el segundo semestre se incorporó como pasante al estudio de arquitectura “Nómadas” teniendo una experiencia enriquecedora en su formación, y a partir del 4to semestre se une al equipo de Distopía, laboratorio y ciudad una organización sin fines de lucro integrada por jóvenes estudiantes de arquitectura de (LUZ) motivados en nutrirse y fomentar el intercambio de saberes sobre la práctica de la arquitectura y proyectarla a través de encuentros y congresos donde docentes y profesionales del área mostraban su transitar de la academia a la praxis, y se dio inició a los congresos Internacionales de arquitectura Iberoamérica con el interés de acercarse a la complejidad de la ciudad contemporánea, integrada por los países iberoamericanos unidos por un tiempo histórico y cuyas raíces comunes representan una comunidad transcontinental de gran riqueza. Estos encuentros llegaron a ser una referencia a nivel nacional e internacional por la calidad de los profesionales y docentes invitados. En el año 2009 Luis se une al movimiento ENEA, en los siguientes dos años fungió como coordinador de talleres eran encuentros de jóvenes estudiantes de arquitectura de las diferentes universidades del país, donde intervienen en comunidades deprimidas socialmente apoyados por las firmas AlBorde de Ecuador, LabProFab de Caracas, Oficina Informal de Colombia y otros estudios de arquitectura del país.

En esta dinámica en el 2009 asistió como ponente al XXXV Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura (ELEA) en Peru, Trujillo con el tema “Territorios Anacrónicos” finalizado el evento regreso a Lima y continuó su viaje a Cuzco para conocer Machu Picchu, patrimonio cultural de la humanidad, siguió a la ciudad de Arequipa en el altiplano Boliviano, regresando a Lima por la costa del Pacífico y atravesando por carretera el desierto de Nazca, toda una odisea este viaje.

Finalizando su programa académico quedaba pendiente su pasantía y decide hacerla en la Pontificia Universidad Javeriana con sede en la ciudad de Bogotá. Colombia. Allí, como parte de su pasantía participa en el equipo ganador del concurso de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (2010) con el título “El Futuro No Es Lo Que Solía Ser” una perspectiva de desarrollo de Medellín la ciudad soñada a 30 años, también formó parte del equipo interdisciplinario del PEI, Programa de Estudios Internacionales, de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en el proyecto “Palomino, Sociedad en Construcción” integrado por un equipo multidisciplinario conformado por arquitectos, ambientalistas, antropólogos y sociólogos de la Javeriana cuyo objetivo era preservar la cultura originaria indígena Wayu y facilitar la convivencia y el crecimiento demográfico en medio del fenómeno de la transculturación y solventar necesidades de esta población. Esta intervención en Palomino ganó el premio al mejor proyecto urbano en La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo de Cádiz, España, 2012.

Concluida su pasantía regresa al país y finalizada su carga académica, inscribe su tesis de grado y trabaja en un proyecto urbano enclavado en la estación central del Metro de Maracaibo, una modalidad de centro cultural y esparcimiento para la ciudad, su presentación fue calificada con 20 puntos, la máxima calificación.

Vino luego el periodo de trámites formales para el acto de grado y en junio del 2012 a las 8 a.m, en acto solemne y en presencia de las autoridades universitarias se me concedió la venia de otorgarle el título de arquitecto, por ser yo Profesora Titular de esta casa de estudio, un momento trascendente para mi, y para toda la familia. El orgullo y la satisfacción de ver a nuestro querido hijo cumplir con parte de sus sueños y sabiéndolo listo para continuar su avance hacia el mundo laboral con las competencias personales, intelectuales y emocionales, que le permitían enfrentar nuevos retos y desafíos.

De ese momento recuerdo la compañía de la familia, madrinas, amigos con los cuales brindamos y celebramos en su honor. Siempre unido a Pablo, en esos años nunca dejó de acompañarnos a los ni juegos mundiales de natación ni de apoyar a la delegación venezolana. Su presencia sigue siendo una fuente de inspiración para nosotros. Así lo soñamos un joven con autonomía, tomando decisiones y asumiendo con absoluta responsabilidad cada paso de su proyecto académico eligiendo ir más allá, sin perder lo mas hermoso de su ser la ternura de su alma.

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